martes, 24 de noviembre de 2009

UN COLOR DE VOZ

Un color de voz varias noches me habló,
con celo místico impactó mi realidad
y su festín de locura en mí, comenzó.

Mi mente recordó: ¡Son alucinaciones!
Y comenzamos a discutir el color y yo
con la cruel ferocidad del pecado aterrador.

Pensé dentro de mí: ¡Son sólo herejías, brujerías!
-Llena de temor y consternación-,
pero el color de voz descabellado me azotó.

Enseguida tuve una pesadumbre lóbrega,
y con la más lunática acritud
sobrepasé mis sueños con jacta obstinación.

Quiso matarme con gran motivación
y la felicidad en ese momento me abrazó,
lejos de toda clase de preocupación.

Quiero besar mi cicatriz, pensé,
quiéreme sin esperarme, voz color;
ámame con dulzura sin sazón.

¡Bastardo color de voz proscrito!
Inundaste mi alma de reseca intranquilidad,
jugando con tu mágico y absorto color.

Fuerza sobrenatural indescriptible
que hablas dentro de mi interior,
consúmeme en deseos, quémame con tu calor.

Eres tan absorbedor,
querido color de voz,
que se mancha mi piel, mientras huele a dolor.


¿Espiritualidad & Alucinación?
Una noche más, dentro de mi vocación.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

La Cárcel.


Allí está la cárcel
con rostro de malcriada,
arrepentida de sus matice
y cada una de sus pinceladas.
Me mató a solas con su mirada
cruel y ensimismada,
llena de risas malvadas.


Corriendo dentro de mi burbuja.