lunes, 27 de diciembre de 2010

A NEREO

Vive mi Nereo, que se desangra mi fuero
si llegaras a partir de las estancias de mí.
Ríe y canta vida, como ave en vuelo,
pues somos muchos los que te queremos aquí.
Que se torna la noche negra
de sólo pensar que parecieras ir,
que te necesita mi alma oscura
para respirar, sonreír y vivir;
que mis olas, Nereo,
ya no serían lo mismo sin ti.

Siniestra Nostram.