jueves, 27 de enero de 2011

ADIÓS

Me quito del medio porque agoté todo recuerdo
que reverberara aquellos besos pretéritos
que me hicieron sentir lo sublime de tu pasión,
porque ya no hay comedia ni tragedia
que adornen cualquier bastarda situación
en las que siempre estuvimos inmiscuidos tú y yo.
Me quito, porque me apetece buscar nuevas bocas
que motiven a mi cuerpo a entrar en acción,
sin sentirte moldeando mis contornos
cual artesano amando su vasija de barro,
sin duende de medianoche que me acompañe
en la soledad de cada uno de mis pasos
buscando refugio a la desolación.
Hoy sólo comprendo que necesito lunas que no estén rotas
y que siempre apunten su claro a mi ventana con suma precisión;
por eso, abjurados están hoy
cada uno de los deseos que tuve contigo,
tachada está la mortífera vida a tu lado que me hizo Sémele,
porque tu papel de Zeus se acabó.
Quizá con el tiempo me habré convertido en otra diosa
un poco menos impertinente en cuestiones del amor,
o puede que mis emociones queden selladas
en un sheni egipcio que me prive de toda vergüenza,
y transforme mis poros en un pozo impúdico de escarnio
listo para florecer en el rojo fúnebre de eterna concupiscencia,
hasta consumar su grado máximo de aberración;
pero ya pienso que el tiempo fue suficiente entre los dos.
Por eso hoy, luego de muertos los lazos en la hoguera
y magnificadas las compulsiones y obsesiones
de ésta pueril doncella,
hoy... Te digo adiós.

29/10/2.010.