domingo, 28 de noviembre de 2010

IRONÍA DEL INFINITO

Es una ironía.
Parece que sentimos desviarnos al infinito,
que sabemos hacerlo y sobre todo, que queremos.
Mas no podemos,
pues nuestras alas en compañía nos fueron vetadas,
al menos en este momento.
El ser, el alma y los pensamientos
se entregan con la mirada
y surge el deseo del complemento.
Y yo me imagino dos almas serenas y acaloradas
en su magnífico tiempo,
buscando grados de locura en sus complementos,
sin esperar nada, sin pretender amedrentar sus cuerpos,
y me enternezco, por lo sublime y perfecto.
Ora Kairos pueda entender mi sueño,
ora me regale su concordia
hasta que lo convierta en eterno,
que las ideas se materialicen
y se cumpla mi decreto;
pues esos ojos inmensamente profundos y serenos,
trasmiten todo lo que deseo y quiero.


Siniestra Nostram.

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