sábado, 1 de mayo de 2010

A mi Groove.

Soy infame, Groove, sigo andando por ese pedazo que bien despierto, está muerto. Y la duda y la razón tocan mi puerta; siento miedo y oigo aquella voz que con melodías canta mi tormento, y me hace sentir que soy yo... esa infame.

Pero cuando soy yo, me tiro por el barranco y golpeo mi consciencia contra aquel árbol de fruta delirante y fresca que ayuda a mi pesar... Y danza al ritmo del viento, porque puedo volar.

Y muero en la penumbra de mis llantos y fútiles sonrisas. Y es en esos momentos, Groove, cuando más sola me siento, me invaden la duda y la razón y desbordan por mis mejillas lágrimas silentes.

Y nadie me ve, y ahí estoy yo. Amarga existencia aquella tan divina que con una sola mirada se delata, una de esas cómplices que me hace egoísta.

Así me siento, y por favor dime cuando despiertes, por qué mi luna en la playa se ve más grande que acá, si allí donde estás, estás muy por encima del nivel del mar.

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