viernes, 30 de abril de 2010

Apetito de Predilección.

La andadera de la mujer
está a la mitad del recorrido.

Miradla sintiéndose desviada
en sus días de paradisiaco camino.

Miradla mientras celebra viendo de cerca
los días que giran en trascendencia.

Anda débil ésta noche,
pero vendrá a su celebración, a su ritual.

Rozará sus frágiles pechos y expulsará por fin su anatema,
celebrará hasta no poder más.

Las gotas se escuchan caer en el techo de su morada,
surgen vagos momentos de inestabilidad.

Por su causa, por la agracia de ella
y alguien más.

Miradla en el único lugar donde ella quiere estar,
adonde todas las personas van a parar.

¿Todos los días adónde?

Con copa en la mano imaginando que pudiera ser ésta noche
la más perfecta composición de colores.

Las mejores sonatas abstractas y meditabundas
cuando la lira para ella empiece a sonar.

Es cuestión de tiempo.

De fue
rza y debilidad.

De besos.

De versos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario