martes, 24 de mayo de 2011

DICEN

Dicen que sólo soy feliz
en el laberinto de mis sueños.
Yo me río porque no entienden
que mis ojos fracasan
buscando refugio en lo cotidiano,
porque todo en derredor
se reflecta en patrañas.

Dicen, más no me preguntan
qué es lo lindo de creer en las sirenas,
en la brisa fresca de la aurora del nuevo día,
en sentir el valor de cada estrella
que se cuelga trémula en su telón negro.

No me preguntan
por qué miro al cielo todos los días,
de noche y de día;
no saben que me hace feliz
con sus colores bellos.
Entonces sonrío, y nadie me ve,
y no me importa,
yo sonrío porque mis ojos no son ciegos.

Dicen que no me entrego a la sociedad
y sus ritmos incomprendidos,
pendencieros,
porque no le soy fiel a la orden del día,
porque navego en mi mundo ausente
de medios televisivos,
del cine taquillero del ahora
y la industria musical
predominante del momento.

Dicen que está mal
que no comente sobre política,
que no me trague los noticieros;
pero soy libre de proteger el frágil espíritu
que como condenada poseo.

Dicen... dicen... dicen...

Ya hoy prefiero la simpleza
de navegar en un barquito de papel
por mares hermosos,
de coger con mis manos mientras naufrago
serpentinas de colores
que me dejen ser libre en mi rol de niña,
de humano y hasta de mujer.

Sólo soy yo.
Así subsisto.
Así me quiero.

3 comentarios:

  1. Ah, me equivoqué de blog. Iba a comentar en el blog de Fer67, pero ya que ando por aquí te dejo un saludo, gothic girl. Veo que te volvió la inspiración. Besitos al Heleno, y ojalá no conozca a una Aglaé o te volverás más gótica aún.

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  2. Osaron los dioses en hacer que el de lindas trenzas pisara la morada de mí con tanto ímpetu, como el suyo propio y característico. Sea voluntad de Zeus, dios de dioses, fermentar tales líneas en los recovecos de mi corazón.
    Los besitos al heleno serán dados en su debido momento, y ruego a Dioniso no conozca ninguna de esas virtudes, pues mi alma caería como Ícaro en su vuelo.

    Gracias por tu visita, por hacerme ver que aún vives, (pues ciertamente pensé que habías muerto).
    Espero leerte en una próxima ocasión. Sabes dónde leerme, sabes cómo abordarme, sabes cómo trastornarme... Sabes que te espero.
    Besitos mil, todos oscuros y con sabor a sangre.

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  3. Dicen tantas cosas, tantas...
    Mas, por mucho que dijeran
    no impedirán que tus soles
    alumbren tus primaveras.

    Un placer haber pasado a saludarte, querida amiga.

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