lunes, 16 de mayo de 2011

THELOS


Noche de garúa que sucumbe cada gota en su melancolía,
que conjunta las nubes para amenizar su kermés
dejando a mis estrellas confinadas y perdidas.

Noche lerda que merma en lágrimas y agonías,
timoratos segundos amargos que susurran al tiempo
la infame tetralogía de mi vida.

Noche que incordia mis recuerdos
enjuiciándome de ser guasona por hacer del silencio un lodazal.

Y en mis adentros... Todo es negro sin mi consentimiento.

¿Cómo representar el contenido simbólico de mi realidad
si las palabras no se expresan,
si mis fundamentos son símiles de sombras vodevilescas
y mi cántiga aturde vidas ajenas?

Me cuesta no vivir en el mundo no aparente de mi memoria,
querer abolir las ilusiones aún no marchitas
que pintan mi más grato ensueño...

Rendirme ante Hipnos en mi descanso eterno,
huir de estos dramas lacrimosos que sólo ensucian
la grandeza mitológica de mi absurdo verbo.

Para qué abrir los ojos, si el agite de la vida no lo comprendo,
yo sé que mi lógica se fue de paseo cuando otrora
me quedé dormida en el banco del parque de la irresponsabilidad.

Yo voy a otro tempus, y sé, no soy todo lo que se esperaba,
pero, ¿qué hacer cuando no se quiere nada?
Cuando surge el momento inerte que quiebra ideas sabiéndose basura
consumada.

Noche eólica de brisa y Céfiro,
hierática torna mi alma al acusarme de efímera y profana,
por saberme inapropiada de ocupar esta cárcel de carne y huesos.

Por poseer esta sensación que invade mis entrañas,
que revienta mi rostro ante las lágrimas exacerbadas
que emergen del manantial de agua salada que abriga mi alma.

Noche punzante de dolor,
que abraza la espina de mi agonía
con amargo sabor.

Dolor de niña triste, de mujer equivocada,
dolor de hija decepcionante y alocada.

Dolor insano que en un jardín de rosas negras
atraviesa con miríadas de espinas envenenadas mi alma.

Ya no sé si tengo interés por la vida,
ahora sólo me veo sin pilar de hierro
al cual asirme en mis encuentros
de humana mortal contra negras arpías.

Ya no sé lo que fui, ni qué es lo que soy,
ya no quiero vivir haciendo de mi absurdo una canción.

Censuro esta noche en la que temo
a la soledad y rebeldía que ahonda mis cielos idiotas,
que descompone mis sueños, que me incita a partir lejos...

A vivir por fin mi sueño eterno.

Inferno XIII: Del séptimo círculo, segundo recinto.

1 comentario:

  1. Al parecer, te regodeas en demasía con el dolor de un alma que no puede ser la tuya... por qué si no dices: "En mis adentros... Todo es negro sin mi consentimiento." Tú no puedes ser culpable de nada. Tu dolor no es otro que, el dolor del mundo cargado sobre tus espaldas. Hay muchos carpinteros en la cruz... lo sé por experiencia.
    ¡Nada de rendirte a Hipnos! Ya llegará esa hora, no lo dudes. Mientras tanto, intenta vivir tu vida, pues no hay otra,y, ni tu verbo es absurdo, ni tus estrellas están confinadas ni perdidas. Te dejo un fuerte abrazo, querida Siniestra. Tu Nereo.

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