viernes, 16 de julio de 2010

TEDIO, MALDITO TEDIO

Tengo puesta la nariz de payasa,
y me aterro al ver el juego, el miserable juego.
Todo es tan irreal...
Decir que te quiero luego del maltrato
sería una conducta totalmente irracional.
Estos juegos absurdos me dejan tirada en el asfalto,
como una perra mundana, como cenicienta sin zapato.

Como lo que soy, es la verdad.

Es una pena, una estúpida pena,
y me aterra.
Qué más da? Es igual.

Ya estoy de regreso, pintándome la careta de bufón,
y me expongo sabiendo la realidad
mientras consumo mi tragedia de mujer aterrada,
fracasada.

Tedio, maldito tedio que me quita la vida
entre pastillas y ataques al miocardio.
No han sido unas buenas semanas, el cuerpo
orgánico falla... Y pagué por la función, y aquí estoy,
actuando como una mísera bastarda disfrazada.

Tedio, maldito tedio.

1 comentario:

  1. La única verdad
    es que el tedio te lacera.
    Lo otro es palabra huera,
    que dijiste sin pensar;
    pues eres mujer cabal,
    ni bastarda disfrazada,
    ni cenicienta aterrada,
    ni cualquier otra chorrada
    que ocurrírsete pudiera...
    ¡Yo te comparo con Era!

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